No preguntes por el ex o padre de sus hijos:
No se te ocurra, por ningún motivo, preguntar por su ex esposo o por el papá de sus hijos. Haz que la conversación se centre en otros temas, pregunta por sus gustos, por sus objetivos de vida; si quieres, por su niñez y demás cosas que podrían interesarte de su persona. ¿Por qué no traer a relucir a su pareja anterior? No olvides que la intención es hacer que ella la pase bien.
No saques a relucir tus oscuras intenciones de tener sexo:
Aunque te invite a su casa, no cometas la equivocación de hacerte la idea de que van a terminar en la cama; la única intención que puede tener algo así es que quie
ra decirle adiós a la niñera antes de la medianoche. Claro que no está pensando que tú y ella terminen cuidando a los pequeños, seguro que lo ha pasado tan bien que quiere continuar la charla en el comedor o la cocina, con una copa de vino.
Evita cualquier comentario que pueda sonar machista y no quieras cargar con todos los gastos:
Las madres solteras tienden a ser independientes, tanto emocional como económicamente. Si van al cine o a cenar, no quieras dártelas del tipo de hombre que paga todo porque eso le corresponde a su género, dale la oportunidad de aportar alguna parte o por lo menos de decir: “para la próxima, me toca a mí”.
Llévala a lugares de adultos:
El que tenga hijos no significa que se haya olvidado de su faceta de mujer adulta; es más, lo más seguro es que no seas el único hombre con el que ha salido después de su marido. Aunque no lo creas, quizá te vaya mejor saliendo con alguien que tiene hijos, ya que buscará de cualquier manera pasarla bien contigo, olvidarse de las responsabilidades que trae consigo la maternidad, así que disfrutará al máximo el tiempo fuera de casa.